Problemas en los vehículos autónomos cuando las condiciones atmosféricas son adversas


Como venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo, a pesar de la continua mejora tecnológica que nos lleva a pensar que el vehículo autónomo puede ser una realidad cercana, todavía existen aspectos que hay que solucionar, si queremos verlos de forma habitual en nuestras carreteras.

Dejando de lado los aspectos administrativos, operacionales y humanos (de los que ya hemos hablado en otras ocasiones), hoy queremos centrarnos en el aspecto tecnológico, y plantearnos si en la actualidad los sistemas existentes permiten tener una seguridad máxima en cualquier escenario. Sabemos que cuando las condiciones meteorológicas son óptimas, el vehículo se conforma de forma más que satisfactoria, pero, ¿qué ocurre en días donde aparece la nieve, existe niebla profunda, o una intensa lluvia?.

La verdad es que las pruebas realizadas en una competición coreana de vehículos autónomos, son muy poco satisfactorias. Como podemos ver en el vídeo que mostramos al final del artículo, los vehículos presentan enormes problemas para circular por circuitos mojados, teniendo un comportamiento que no resulta aceptable, y que muestra que todavía estamos muy lejos de poder plantearnos una comercialización masiva de los mismos.

La combinación de un sol intenso con los problemas de la lluvia hacen que los sensores y las cámaras ofrezcan mucha menos precisión, ofreciendo una conducción autónoma muy errática, mucho peor que la humana en condiciones similares, que puede provocar accidentes o atropellos.

No tenemos duda que, con el tiempo, estos problemas se irán subsanando, y acabaremos teniendo vehículos autónomos que responderán perfectamente en cualquier escenario. Sin embargo, la realidad actual de estos vehículos queda muy bien reflejada en los vídeos que mostramos a continuación: